“Territorios de Manifiesto”
(Apunte: un intento desmesurado y apresurado por brindar
intensiones de relación entre la vivencia, la idea, la plástica y el proceso de
investigación.)
La frontera es el borde de sí mismos, el
borde del otro, el estar aquí y allá pero a su vez el intermedio de la comunicación,
del lenguaje, de la raza, de la diferencia; la posibilidad de reconocerse y de
encontrarse; de construir y de-construir la identidad. El desplazamiento es la
naturaleza corporal del ser, la respiración es un aire que recorre las venas,
que camina, que corre, que se agita y se detiene, el aire se esconde, se
manifiesta, se regula y se escapa.
Respirar, sentir, escuchar, pestañear y
reaccionar es la naturaleza del recorrido corporal. Acercarse al otro, entrar,
salir, conversar y necesitar es el accionar del recorrido del hombre en la
sociedad. La frontera es la marca de lo sensible, pero a su vez lo insensible,
una espontaneidad del ser y un pensamiento humano arrodillado ante la política
de un sistema social, capital, cultural.
La tierra es el común a la convivencia
humana, uno de los factores de la
destrucción humana, la fragmentación establecida entre el no dialogo social se
dedica a dividir y apropiar, la frontera es el eco de la división, el borde mal
entendido, el limite bloqueado y la libertad coartada. Pero la tierra es tierra
y el agua, agua. Es tierra en este o en el otro lado del mundo y es agua viva
que condiciona al ser humano aquí y allá de la misma medida, hacia los mismos
términos corporales; el agua que congela e irrita, estremece la piel y la tierra que ensucia,
que brota, cosecha es la misma en inglés, en español, en alemán y en wayuu.
Tocar la frontera es romper con el cuerpo, romper con la legalidad, romper con
la tradición, romper con la oscuridad y caminar entre ella.
Construcción colectiva en la
visibilización de individualidades, la puesta es ante la reflexión de frontera y territorio,
busca evidenciar la posición que como ciudadanos-artistas-accionistas vivimos
frente al otro; encontrar a través de la práctica corporal y el estudio visual
contextual una muestra tangible de lo que nos fragmenta, mirando hacia la
reconstrucción de ese imaginario de territorio, frontera y política. Reinvertir, convalidar y comprender
nuevamente el punto de encuentro, pero también diferenciación entre el uno
y el otro, el otro cuerpo, el otro
territorio, el otro estado, la otra ciudad, el otro clima, el otro ser. La
comprensión del habitar de un territorio y la transición o las diferencias de
habitar otro, el uso y la subversión de la palabra frontera y del acto
fronterizo. De la frontera hombre-hombre, hombre-naturaleza.